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Estudiante de Información y Documentación de la UCM. Mi principal afición es el deporte, por lo que me gustaría vertir en este blog informaciones, opiniones y noticias sólo de deporte. Mi deporte favorito, sin duda, es el fútbol pero también me gustan mucho otros como el baloncesto, el tenis, el fútbol americano, el boxeo etc.

lunes, 14 de noviembre de 2011

La excelencia.

Voy ha hablar del mejor jugador de fútbol que yo he podido ver. No hablo de Maradona, Pelé, Di Stéfano y tantos otros mencionados como los mejores de la historia. Por mi edad y dado que no he podido apreciar en sus tiempos a estos jugadores no podría hacer un juicio exhaustivo del fútbol de cada uno. Sin embargo, este gran jugador que va a ocupar esta entrada en mi blog ha sido para mí el más grande tanto dentro como fuera de los terrenos de juego.


Se trata de Zinadine Zidane:


Este centrocampista internacional por Francia, aunque nacido en Argelia, comenzó su carrera en el Cannes con 17 añitos en el cual pasó cuatro temporadas que le hicieron fichar por el Girondins de Burdeos. En Burdeos no tardó en hacerse con un nombre dentro del fútbol, lo que le hizo debutar con la selección francesa y después de pasar cuatro temporadas recaló en un club de gran prestigio europeo y muy superior como la Juventus.





En la Juventus Zidane "se hizo mayor", esa gran promesa francesa que venía de hacer un gran papel en el Girondins de Burdeos tomó la manija de un gran club europeo. En su segunda temporada en el conjunto transalpino se convirtió en una de las grandes estrellas del fútbol mundial y todo el mundo del fútbol se deshacía en elogios ante su gran juego.
Esto no es nada fácil y puede verse en la actualidad con muchos jóvenes jugadores que apuntan muy alto pero se quedan por el camino, sin embargo Zidane era de esos jugadores que brillaba con luz propia y estaba destinado a convertirse en la referencia del fútbol mundial.
Las pocas temporadas que pude disfrutar viéndole jugar en la Juventus de Turín hicieron empezar esta gran admiración que siento por él, era capaz de hacer jugar a todas esas estrellas que conformaban el equipo italiano. Si "Zizou" no estaba acertado algún día, el rendimiento del equipo descendía de forma vertiginosa, ya que el llevaba la batuta del equipo y lo hacía jugar a su antojo, a su manera, a su ritmo...se trataba de un superclase.
Todo esto que he comentado anteriormente era un clamor, por lo que se le concedió en 1998 el Balón de Oro que es el mayor galardón con el que se puede premiar a un futbolista distinguiéndole como el mejor jugador en el año del fútbol mundial.
Y vaya si se merecía este premio, era capaz de hacer cosas que ningún otro jugador podía realizar. 




Finalmente en 2001 "Zizou" recala en el mejor club del siglo XX y el club con más Copas de Europa, el Real Madrid Club de Fútbol. Venía avalado por su gran juego desplegado en la Juventus de Turín y ese premio Balón de Oro, por lo que fue el fichaje más caro de la historia del fútbol por aquel entonces.
Sin duda esta es la etapa que más he podido disfrutar de él como jugador, ya que siempre es más fácil observarlo cuando juega en tu país y por mi edad ya poseía ciertos conocimientos futbolísticos.
Zidane no tardó en meterse en el bolsillo a la afición blanca, ¿Cómo no lo iba ha hacer?, era maravilloso verle jugar en la zona de tres cuartos del Real Madrid. El solo, con uno de los remates mejores ejecutados de la historia le dio una Champions League al Real Madrid. Su gol en la final de Glasgow es el gol más bello y más perfecto que jamás haya visto nunca, fue un canto a la plasticidad, un canto al fútbol, un canto a la excelencia. Porque eso era "Zizou", simplemente era la excelencia.
En cada partido deleitaba a todos los aficionados al fútbol con controles imposibles que, en mi opinión, no se han vuelto a ver en el fútbol desde su marcha. El momento en el que tocaba la pelota para efectuar el control de la misma el mundo se paraba, parecía parar el reloj. Un solo segundo parecía una hora ¡Bendita hora!, nunca había sentido algo así pero el momento en el que entraba en contacto con la pelota solo podían ocurrir cosas maravillosas. Cuando lo veía con el balón en los pies hacía crecer en mi una sensación inexpresable, mejor que escuchar una gran canción, mejor que marcar un gol importante, mejor que tantas y tantas cosas que pueden ser denominadas como placeres de la vida...
La elegancia que poseía era infinita y difícil de ver en lo que me queda de vida, todo lo que el me transmitía jugando era impensable, fue, es y será el más grande para mí.





Por todo esto estaré eternamente agradecido a Zidane por todo lo que me ha hecho sentir, todo lo que he podido ver gracias a él, todos lo valores que ha transmitido, todo lo magnífico que ha sido durante su carrera futbolística y como persona.


¡GRACIAS ZIZOU!






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